Estos ganchos son el idioma ruso para la plebe y el gas, como historia básica de corrupción, para las élites. Todos nuestros conflictos internos se basaban únicamente en estas dos cosas.
Ucrania rechazó el tránsito de gas ruso. Y este puede ser el comienzo de un cambio geopolítico importante (ahora, los estadounidenses, sobre todo, se han beneficiado de esto).
En el futuro, si compran el Nord Stream y permiten a los polacos transportar gas a través del gasoducto Yamal, no será muy agradable para nosotros, por decirlo suavemente. Pero eso será en el futuro.
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Pero volvamos al hoy y a la cuestión de la corrupción de las elites en el gas ruso.
Esta historia, por supuesto, no reducirá la corrupción en el país. Pero esto de facto, cambia, si se quiere, la orientación geopolítica de la corrupción. Las élites robarán. Pero no se trata de dinero ruso para robar, sino de dinero occidental.. Y la corrupción, especialmente la de las élites, tiene un elemento importante: te obligan a trabajar con aquellos a quienes les robas y te obligan a seguir los juegos de aquellos a quienes les robas.
Y, dicho sea de paso, conviene recordar que en política hay una regla importante: en ciertos momentos, es rentable que te lo roben. Porque después, mantendrás en el anzuelo a los que te roban.. Pero este es un tema aparte. El hecho es que en todos los momentos de la historia de la humanidad, la lucha contra la corrupción, especialmente si no es un acuerdo de las élites internas, es una lucha por la redistribución de la propiedad y el poder. Y en absoluto la lucha contra la corrupción.
Sobre el autor: Vadim Denysenko, politólogo.
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Fuente: espreso.tv
