La belleza de las hojas amarillas en octubre. La belleza de los rostros de tus hijos. Belleza matutina, belleza vespertina. La belleza de las manos, la belleza del horizonte. La belleza de la música, la belleza del silencio.
Los tiempos tecnológicos han embotado el sentido de la belleza. El arte empezó a valorar otras cosas: la inteligencia, la curiosidad, la importancia social, la provocación. Eso es bueno. Pero. Pero no a costa de la belleza, por favor.
Porque la inteligencia, la significación social o la provocación se pueden explicar. Pero nada de belleza. Nunca se podrá explicar qué es la belleza.
Por tanto, la belleza es uno de los sinónimos más cercanos a la existencia. Porque no se puede explicar qué es el ser. El ser es lo que es. La belleza es lo que es.
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No puedes encontrar una base para ello. No puedes agregarle un sufijo. Significante. Adjetivo No puedes responder a la palabra “por qué”. Porque ella misma es la base. Es la raÃz. Ella es “porque”.
Me gusta la pintura antigua. Mi favorito es el siglo XVI, 1500. Fueron tiempos difÃciles, tiempos de gran conflicto ideológico. Y en estos tiempos difÃciles aparece tanta belleza.
Por ejemplo, el arte del retrato. De repente, Durero, Holbein, Tiziano y Bronzino empezaron a pintar retratos. No caras perfectas, sólo caras.
Con los retratos querÃan decir una cosa sencilla: ya no puedo construir belleza para ti. No puedo pintarte un ideal. Porque estoy abrumado por la belleza que es. Me ahogo. Me estoy ahogando en ello. Me falta aire. Atrápala mientras todavÃa estoy respirando.
Sobre el autor. Volodymyr Yermolenko, escritor, director del PEN ucraniano
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Fuente: espreso.tv
