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Hungría, que es aliada de Moscú, bloqueó efectivamente la discusión sobre nuevas sanciones durante su presidencia.
Polonia, por otra parte, ha expresado su intención de aprovechar su presidencia de seis meses para reforzar el control sobre las importaciones de energéticos rusos, que siguen siendo una importante fuente de ingresos para el Kremlin.
“Las importaciones de energéticos rusos están aumentando”, dijo Krzysztof Bolesta, Ministro de Clima y Medio Ambiente de Polonia, en una reunión ministerial en Luxemburgo. “Es una mala señal. Debemos resolver este problema”.
Además de reforzar las sanciones, Polonia planea iniciar medidas para aumentar la transparencia de las importaciones de combustible ruso a la UE, así como investigar la cuestión de la aplicación de sanciones a las sucursales extranjeras de empresas europeas que trabajan con Rusia. Esta iniciativa ya ha recibido el apoyo de varios estados miembros de la UE, que están preocupados por el crecimiento de las importaciones rusas de GNL.
Según los diplomáticos europeos, se espera que con la llegada del nuevo presidente se resuelvan las cuestiones bloqueadas por Hungría y que la Comisión Europea presente pronto propuestas pertinentes para nuevas restricciones.
“Esperamos que todas las cuestiones que se han convertido en rehenes del bloqueo inconstructivo por parte de Hungría se resuelvan con el necesario sentido de urgencia”, afirmó uno de los diplomáticos. “Sin duda, este soplo de aire fresco es muy esperado”.
- Una coalición bipartidista en el Congreso de Estados Unidos exige que la administración Biden endurezca las sanciones a la industria de servicios petroleros de Rusia, argumentando que las reglas actuales permiten a la gran empresa estadounidense SLB alimentar la maquinaria de guerra de Vladimir Putin.
Fuente: espreso.tv
